Siempre le gustó coser, desde los 8 ó 9 años.
Cosía a mano, le gustaba crear con retazos de coloridas telas.
Ahora mi Doncella se alegra, puede coser a máquina.
Cada vez que me siento frente a mi máquina, mi doncella se alegra, por fin puedo crear más rápidamente, puedo coser para las nuevas Doncellas, coser delicadas toallas para recibir su sangre menstrual.
Mi doncella sigue queriendo nuestra sangre menstrual, se sigue alegrando cada ciclo al recibirla, siempre ha sido una bendición.
Probablemente el primer día de sangrado de mi vida, no fue perfecto, ni ideal, no hubo ceremonia, no hubo acompañamiento, no fui recibida como nueva mujer,... hubo lo que tenía que ser... lo que mi madre y mi abuela pudieron darme, gracias a ello, hoy mi Doncella está feliz de cambiar en algo, el recibimiento de la sangre menstrual de las nuevas mujeres Cíclicas.
Recuerdo que quería usar toallas de tela como mi abuela, y sólo recibí a cambio una enorme toalla desechable, que era muy incómoda...
Con el tiempo y los años, pude diseñar una toalla, de la mano de mi Doncella, para que las niñas que están en su camino de ser nuevas mujeres, disfruten sus días de sangrado sin molestias, picazón, alergia, vergüenza, secretos.
Es un pequeño aporte... una pequeña toalla que puede marcar la diferencia en una niña que está comenzando a ser mujer, un pequeño y amoroso aporte, en el cual en cada puntada va el amor infinito de mi doncella a tu Doncella.
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